El Tai Chi es un arte marcial chino que se practica realizando movimientos lentos y en silencio, con la finalidad de movilizar la energía del cuerpo y estimular, la concentración y la tranquilidad.
Existen diferentes estilos de esta práctica milenaria, por ejemplo, en la modalidad Yang, donde se realizan movimientos largos y suaves, y está recomendado para principiantes y personas mayores; mientras que el Chen, requiere de una mejor condición física, puesto que se pasa de la relajación al ejercicio en solo un movimiento.
Según Vanessa Rosas, terapeuta ocupacional de residencias para el adulto mayor Acalis, “esta práctica milenaria se puede adaptar para que las personas de la tercera edad lo practiquen incluso sentados, les ayudará de todas formas. A través de sus ejercicios ellos podrán corregir la postura, el equilibrio y la fuerza, además de armonizar las emociones y combatir trastornos mentales como ansiedad y depresión”.
El Tai Chi es altamente recomendable para personas mayores, es uno de los ejercicios más completos, ya que es de bajo impacto, no tiene restricciones y proporciona diversos beneficios, tales como: evitar la pérdida de fuerza muscular, aumentar la fuerza de los huesos y mejorar el equilibrio y la flexibilidad, disminuyendo el riesgo de caídas y de fracturas.
Según expertos, la práctica de este arte marcial, de manera regular, ayuda a mejorar la calidad de vida y el estado de ánimo de todas las personas y muy especialmente, en aquellas que sufren de insuficiencia cardíaca crónica o cáncer.
“Practicar Tai Chi tiene muchas cosas buenas, entre ellas, mejora la capacidad aeróbica, el sistema inmunológico, los problemas respiratorios, como el asma, así como también mejora el sistema cardiovascular, disminuye la presión arterial, reduce el estrés, combate el insomnio e incluso, activa la memoria y el control de atención”, finaliza la profesional.