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Según Eduardo Cuevas, en su exposición frente a la comisión de manera on line y en el que participaron otras instituciones educativas, argumentó que el SAE es un intento por lograr equidad y disminuir la discriminación, además de ser una forma que termina con las aglomeraciones y filas, facilitando el proceso a quienes saben utilizar este sistema on line.
“Sin embargo, por otro lado, es una barrera para aquellas familias que no saben utilizar el sistema on line y le quita la posibilidad a los buenos colegios de escoger a aquellas familias que están alineadas con su proyecto educativo. Muchos padres llegan como apoderados no conociendo o no adhiriendo al proyecto educativo porque nunca tuvieron una relación cara a cara con los líderes del establecimiento. Y al revés, muchos padres que adhieren 100% al proyecto educativo no quedan en el establecimiento, siendo que esta adherencia al proyecto facilita el progreso de los niños en su etapa escolar”, puntualizó.
En relación con las barreras discriminatorias del sistema, Cuevas precisó que “este no considera la proximidad del alumno al establecimiento, por lo que algunos quedan en colegios lejanos, y además hay sectores vulnerables donde hay muy poca oferta educativa por lo que los padres no siempre tienen la posibilidad de optar”.
“Un tema claramente dificultoso del sistema y que perjudica a las familias es que no considera como hermanos a aquellos que no comparten el mismo apellido, cosa muy común en zonas vulnerables. Esto lleva a que hermanos de distintos apellidos, queden en colegios distintos, no siendo una prioridad que queden juntos en el mismo colegio, aunque hayan postulado ambos a un mismo establecimiento”, argumentó el director del Colegio Nocedal, Eduardo Cuevas en su exposición frente a la mesa de expertos del ministerio.
