La semana pasada se realizó la duodécima versión de Congreso Futuro, el aclamado evento gratuito de divulgación científica y del conocimiento, y que reunió a diferentes expertos para que presenten sus trabajos. Sumado a esto, existió una inversión importante para hacer de este evento atractivo e influyente para la sociedad chilena.
Así fue como la constante invitación al neurocientífico Rafael Yuste, promovió la construcción de la ley de neuroderechos en Chile. Esto levanta la pregunta ¿y si la ciencia y el conocimiento fueran más accesibles en la cotidianidad nacional? ¿Y si se profesionaliza y fomenta que el trabajo científico pueda llegar a todos los agentes de la sociedad? Estas preguntas son parte de lo que el concepto de democratización del conocimiento se hace cargo.
La democratización del conocimiento es parte del programa estratégico del gobierno del presidente Boric, poniéndose en práctica a nivel nacional a través del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación. Esto implica una serie de prácticas que requieren de esfuerzos múltiples, tanto desde actores de la ciencia como de distintos agentes.
En este sentido, existen prácticas que promueven que la ciencia sea democratizada, como la profesionalización de la comunicación científica, la promoción de prácticas de ciencia abierta y la vinculación de investigadores con la sociedad.
En Chile han existido esfuerzos y experiencias de aquello, prueba de ello es la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), que financia los proyectos InES de Ciencia Abierta, que buscan generar repositorios de investigación y promover prácticas para hacer más accesible el conocimiento.
A largo plazo, se espera una articulación entre los resultados de los proyectos hacia el acceso y comunicación del conocimiento generado. Lo anterior, fortalece tanto el trabajo de los investigadores, como el desafío de responsabilizarse de que la ciencia y el conocimiento nacional lleguen a nuestros medios de comunicación y finalmente a las personas.
La excelente recepción de Congreso Futuro, además de los actuales proyectos y esfuerzos institucionales por democratizar el conocimiento, son indicaciones de que sabemos a dónde ir. Aun así, hay que fortalecer estos planes para que así el generar y compartir conocimiento, sea cotidiano y prioritario en nuestro país.
Cristóbal Olivares Vargas
Investigador InES Ciencia Abierta, Universidad Central