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A pesar de los esfuerzos por fortalecer la reactivación educativa, las tasas de matrícula en el sistema preescolar aún no alcanzan los niveles esperados. Para contribuir en la mejora de este panorama, Fundación Arcor ha creado el programa “Del Aula a la Comunidad” que destaca y premia prácticas innovadoras en jardines infantiles.
De acuerdo a cifras oficiales, existe una tendencia preocupante a la poca participación en la educación parvularia. Según información del Ministerio de Educación, durante el año pasado asistieron regularmente 731.880 niñas y niños de los cerca de 1,4 millones que se encuentran en edad preescolar. Mientras que en materia de matrículas, del 2018 a 2022 pasamos de 800.083 cupos a 741.645, marcando un descenso de 7,4%.
A este panorama, se suma una poca valoración social. En 2022, una encuesta realizada por Casen señalaba que un 84,5% de los padres no considera necesario que sus hijos asistan a este nivel educativo. De ellos, el 64% indica que “no es necesario porque lo cuidan en la casa”, mientras que el 20,5% restante considera que “no es necesario que asista a esa edad”.
Visiones que contrastan con otras, tales como lo señalado por la Superintendencia de Educación, quienes sostienen que este nivel busca favorecer procesos de aprendizaje de calidad, orientados a promover el bienestar integral y el desarrollo pleno, acorde a las bases curriculares que se determinen en conformidad a la ley, apoyando la labor que realiza la familia en su rol insustituible como primeros formadores, propiciando la continuidad de niñas y niños en su trayectoria escolar.
La primera infancia es esencial en la formación de las personas, ya que es la base para el desarrollo de sus capacidades cognitivas, emocionales y sociales. Las experiencias que se dan en esta etapa son indispensables para futuros aprendizajes y para la salud física y mental de niñas y niños, por eso, la calidad de la educación que se entrega en este nivel es especialmente importante.
Superemos este panorama
Con la mirada puesta en este contexto, la Fundación Arcor lanzó la segunda convocatoria del programa: “Del Aula a la Comunidad”. Una iniciativa que destaca historias reales, a través de una serie web que visibiliza prácticas innovadoras en salas cuna y jardines infantiles de Chile, para que puedan ser replicadas en otros establecimientos educacionales.
De esta manera, la iniciativa releva el rol de las profesionales a cargo y la importancia de la educación en la primera infancia. “Estamos muy contentos por haber hecho el lanzamiento de la web serie de prácticas educativas: Del Aula a la Comunidad, donde apuntamos a fortalecer, no solamente la educación inicial, sino también a valorar el rol que hoy día tienen las educadoras en promover la educación parvularia como un lugar de aprendizaje y no solo de cuidado”, señaló María Laura Berner, directora ejecutiva de Fundación Arcor Chile.
Para este año, además de la participación protagónica en la nueva versión de la serie, las prácticas seleccionadas recibirán un aporte de $1.000.000 (un millón de pesos chilenos), a libre disposición para el equipo educativo. Las postulaciones estarán disponibles hasta el 6 de septiembre y podrán postular todos los establecimientos de la zona centro-sur del país, desde la región de Coquimbo hasta Biobío. Para conocer más sobre las iniciativas premiadas en la versión anterior, le invitamos a revisar la primera temporada de la serie “Del Aula a la Comunidad” [aquí].
Esta iniciativa es liderada por Fundación Arcor, junto a una mesa multiactoral compuesta por la Corporación para la Infancia de Santiago, Corporación Cristo Joven, Universidad Santo Tomás, Organización Mundial para la Educación Preescolar (OMEP Chile) y la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI-Chile). Apoyado por Fundación Integra, Junta Nacional de Jardines infantiles (JUNJI), Universidad Católica Silva Henríquez, la Universidad Alberto Hurtado y la Red de Educación Inicial 2030, y patrocinado por la Subsecretaría de Educación Parvularia.
