Hoy en día, los animales de compañía son parte fundamental de muchas familias, estableciéndose profundos lazos de afecto entre las personas y sus mascotas.
Sin embargo, al igual que los seres humanos, pueden enfermarse, y los parásitos son una de las posibles causas.
Protegerlos de estos agentes no solo resguarda su bienestar, sino que también ayuda a prevenir riesgos de contagio para las personas y el entorno.
Estos patógenos pueden afectar significativamente la calidad de vida de los animales, causando desde leves molestias hasta enfermedades graves.
Se dividen en internos y externos:
Entre los primeros se encuentran los helmintos intestinales, que pueden provocar problemas digestivos, desnutrición y anemia, así como los protozoos, responsables de diarreas crónicas que debilitan a la mascota.
Por otro lado, los parásitos externos, como pulgas, garrapatas y ácaros, no solo generan irritación cutánea, sino que también pueden transmitir enfermedades, como la bartonelosis.
Muchos de estos agentes infecciosos son zoonóticos, es decir, pueden transmitirse a los seres humanos.
Entre las enfermedades más comunes se encuentran la hidatidosis quística, la toxocariasis, la giardiasis y la sarna sarcóptica, entre otras.
Estas afectan principalmente a los grupos más vulnerables, como niños, embarazadas, adultos mayores y personas inmunodeprimidas.
Además, al dispersarse en el ambiente, pueden impactar la fauna silvestre y contribuir a la perpetuación del ciclo de transmisión
La desparasitación regular, siguiendo las indicaciones del médico veterinario de cabecera según la especie del animal de compañía, es fundamental para su bienestar.
Es importante recordar que los productos para perros no son los mismos que para gatos u otras especies.
Aunque existen directrices globales que recomiendan un tratamiento antiparasitario mensual, cada animal tiene un estilo de vida distinto, por lo que es esencial recibir orientación veterinaria personalizada para garantizar un manejo clínico adecuado.
La protección de las mascotas contra estos organismos invasores es un aspecto fundamental de la tenencia responsable.
Adoptar medidas preventivas adecuadas no solo garantiza su bienestar, sino que también reduce el riesgo de zoonosis y contribuye a un entorno más saludable para todos.
Por: Paola Quintero
Académica Carrera de Medicina Veterinaria, Sede Concepción.
Universidad de Las Américas