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La iniciativa, ejecutada en conjunto por el municipio y la Corporación Cultiva, permitirá la reforestación del parque con cerca de tres mil ejemplares de especies autóctonas de la zona, mejorando la cobertura vegetal en toda el área.
Desde fines de agosto el parque San Miguel, en el corazón de la comuna, cuenta con cientos de nuevos habitantes: gracias al trabajo conjunto de la Municipalidad de Colina y la Corporación Cultiva, cerca de tres mil ejemplares de especies nativas se han estado incorporando al recinto del parque y sus alrededores, de manera de convertir a este pulmón verde en un bosque urbano en el largo plazo.
La plantación está compuesta completamente de especies autóctonas del matorral andino, ejemplares que se adaptan de manera óptima con el clima de la zona. Entre las especies consideradas aparecen algarrobos, quillayes, espinos y maitenes, entre otras.
El profesional de paisajismo de la Dirección de Aseo y Ornato, Ignacio Rojas, que actúa como contraparte técnica de este proyecto, explicó que la iniciativa busca “incorporar en el mediano plazo una mayor densidad vegetal a lo largo de todo el parque, para contribuir con recorridos más agradables para las personas que lo visiten. Además, se bajará la presencia de césped, que es uno de los mayores contribuyentes al consumo hídrico. Con las nuevas especies no se necesitará tanta agua para el mantenimiento del parque, y también aumentará la capacidad de absorber dióxido de carbono en toda la zona”.
En uno de los sectores del parque, cercano al gimnasio y piscina municipal en Colina, se realizará una de las plantaciones más innovadoras de este proyecto, siguiendo el método japonés de reforestación Miyawaki.
Esta metodología potencia en hasta diez veces el crecimiento de bosques nativos, empleando técnicas de siembra de plantas autóctonas gracias a un estudio previo de las condiciones de suelo.
La técnica base implica una alta densidad, de hasta 5 ejemplares por metro cuadrado, en la plantación, lo que permite que las plantas y árboles se protejan entre ellos. Además, las raíces entrelazadas entregan mayor protección al suelo y reduce la necesidad de riego extensivo.
