La marca de Cervecería AB InBev, reconocida por su sello sustentable, realizó una reforestación con apoyo de la comunidad local, para preparar la naturaleza de la zona y así recibir el campeonato internacional de surf de olas grandes, Lobos Por Siempre.
En este mes, Cerveza Corona encabezó el proyecto “Restauración Ecológica Mirador Infiernillo”, que logrará generar una recuperación en la biodiversidad del sector La Caletilla, Pichilemu. En la jornada se plantaron 470 especies nativas, como los chaguales y el “quisco de los acantilados”, muy presentes en la zona.
La acción fue realizada gracias a un trabajo en conjunto de la Municipalidad de Pichilemu, la Fundación Parque Punta de Lobos y Corona, marca que está preparando y protegiendo el sector a nivel ecosistémico, para dar paso a la nueva edición del campeonato internacional de surf de olas grandes que presenta, “Lobos Por Siempre”, que se desarrollará en la localidad de Punta de Lobos.
Los participantes de esta recuperación fueron desde deportistas involucrados en el cuidado y preservación de la naturaleza local, como el surfista Ramón Navarro, como también el equipo Parque Punta de Lobos, la Municipalidad de Pichilemu, Corona, Cervecería AB InBev y agrupaciones vecinales que tienen un fuerte sentido de pertenencia por el sector.
La problemática que se identificó para realizar el proyecto, fue la extracción de especies nativas y la intervención en los acantilados con sistemas dunares. Esto quiere decir que, se ha homogeneizado el paisaje, lo que afecta directamente a la biodiversidad.
“El objetivo que tiene Cerveza Corona en este caso, es recuperar esa riqueza del ecosistema a través de la incorporación de especies nativas, que facilitan la llegada de insectos, aves y hacen posible la conservación de la biodiversidad. Para nosotros siempre ha sido muy importante cuidar y proteger la naturaleza, pero también disfrutar de ella, por eso asumimos este compromiso con responsabilidad y felices de contribuir con la localidad”, comenta Diego Soffia Brand Manager de Corona en Chile.
Desde la Municipalidad de Pichilemu, Jaime Caro, encargado de Ecosistemas y Biodiversidad, explica cuán beneficioso será para el sector de La Caletilla esta restauración. “El trabajo ha sido sencillo, ya que todos los colaboradores se sienten parte de este ecosistema y están muy comprometidos con su cuidado y preservación. En el proyecto identificamos el “quisco de los acantilados”, que está en peligro de extinción y siendo excluida por la doca, una especie que se apodera de los espacios. Entonces reinstalamos especies nativas, que están adaptadas a vivir frente al mar y pudimos restaurar las conexiones ecosistémicas de la zona con ayuda de Corona, Lobos Por Siempre y la comunidad”, señala.