Las cifras son alarmantes, pero la Terapia de Bosque, es el antídoto natural contra la hiperconexión digital en niños y jóvenes.
Hasta un 50% de los estudiantes chilenos presentan síntomas de ansiedad o depresión, lo que refleja el impacto de la vida digital en la salud emocional de las nuevas generaciones, según detalla Bianca Puntareli Vicencio, académica de Terapia Ocupacional de la Universidad Andrés Bello, sede Viña del Mar.
Frente a este panorama, hay un antídoto natural contra la hiperconexión
La terapeuta ocupacional lanzó una potente reflexión sobre la salud mental infantil y juvenil en tiempos de hiperconexión digital: es urgente reconectar con la naturaleza, para ello, propone una alternativa tan simple como poderosa: la Terapia de Bosque.
Conocida en Japón como Shinrin-Yoku, esta práctica consiste en sumergirse en entornos naturales mediante caminatas conscientes, meditación guiada y exploración sensorial.
Estudios científicos, como el de Li (2018), han demostrado que esta experiencia reduce los niveles de cortisol (la hormona del estrés), mejora el estado de ánimo y favorece un sueño reparador.
“Esta intervención puede complementar los tratamientos de salud mental tradicionales y mejorar la calidad de vida de comunidades enteras”, afirmó Puntareli.
Pero su propuesta va más allá del bienestar individual
En un contexto de crisis ecológica global —evidenciada por el “Día del Sobregiro de la Tierra” que en 2023 se adelantó al 2 de agosto—, la docente plantea que la salud humana no puede separarse de la salud del planeta.
Propuesta Educativa y Sostenible
Puntareli hace un llamado a las instituciones educativas y organizaciones sociales a incorporar la Terapia de Bosque en sus programas de bienestar.
“Es fundamental enseñar a niños y jóvenes a cuidar su entorno mientras cuidan de sí mismos”, señaló.
Los beneficios son múltiples: los espacios verdes fomentan la actividad física, fortalecen la cohesión social y reducen el aislamiento, especialmente en contextos vulnerables.
Además, la colaboración entre profesionales de la salud y expertos ambientales puede generar intervenciones más integrales y sostenibles.
“Sin conciencia ecológica, incluso las mejores intenciones pueden dañar el medio ambiente”, advirtió.
La Terapia de Bosque no es solo una moda, sino una herramienta transformadora.
Puntareli invita a comunidades, escuelas y autoridades a reconocer su valor y a promoverla activamente.
Reencontrarse con la naturaleza no solo mejora la salud mental, sino que también siembra las bases para una sociedad más consciente, empática y sostenible.
