El pasado jueves 7 de marzo fue publicado en el diario oficial el acuerdo que beneficia directamente al sector audiovisual, ya que contribuye al desarrollo, prestigio y expansión económica de las industrias cinematográficas y audiovisuales de ambos países.
Lo que nadie sabe es que este acuerdo se gestó entre un joven guionista y unos abogados chileno y español, quienes después de darse cuenta que necesitaban más apoyo en su proyecto, empezaron con las reuniones para que las autoridades agilizaran el tema.
El abogado es Alonso Quidel, experto en Derechos de Autor y su colega Óscar Palet de España, quien es experto en Derecho audiovisual en ISDE Madrid.
Mauricio Santos, guionista y editor en animación 3D del Instituto Arcos, ha realizado cursos en el área en la Universidad Católica y en México. Él es uno de los gestores de esta ley señala “surge por la necesidad de encontrar ayuda o de obtener beneficios y fondos para cultura. Para que además las nuevas generaciones puedan incursionar en otras áreas audiovisuales, como la ciencia ficción, en donde se necesita harto apoyo”.
Santos hoy se encuentra trabajando en su proyecto “7 infinitos” que espera poder ver la luz a principios del 2025. “Es complejo poder generar nuevos proyectos en Chile. Yo ahora pienso ir a perfeccionarme afuera pero si o si me gustaría dejar abierta esta veta en los jóvenes que quieran atreverse como yo. Siempre la idea de esta ley fue por un sueño colectivo y creo que de a poco se pueden ir cumpliendo las metas”.
Éste acuerdo se suma a los ya vigentes con Argentina, Alemania, Brasil, Canadá, Francia, Italia y Venezuela. “Falta mucho por hacer aún. Este es solo el comienzo, solo pido al gobierno que también abra estos espacios para que exista más apoyo al arte cinematográfico”.
Pero ¿qué significa este acuerdo? Este permite -entre otros aspectos- que la producción tenga doble nacionalidad, pudiendo acceder con ello a los beneficios e instrumentos de fomento y/o ventajas impositivas que existan en ambos Estados. Junto con ello, favorece la ampliación de los presupuestos por medio del cofinanciamiento entre las partes, así como el acceso a fondos de cada uno de los países coproductores; posibilita el aumento de los circuitos de distribución a condición de los acuerdos que tengan en vigencia las partes; y amplía los mercados internacionales.
Santos espera poder conseguir mayor apoyo para lograr el primer film 100% de ciencia ficción hecho en Chile pero con el apoyo de un equipo de España con el que está trabajando.
“Hoy hacer ciencia ficción a nivel mundial es el capital mejor invertido porque se consume bastante. Un claro ejemplo, es lo que está haciendo Pedro Pascal con sus producciones”.